El Perdon Y Las Relaciones, por Swati Singh
TE PERDONO Y ME PERDONO TAMBIÉN,
AGRADECIDA POR LAS HERIDAS QUE ME HICIERON LO QUE SOY AHORA.
Al escribir la línea anterior, recuerdos del pasado centellaron ante mis ojos. Todos pasamos por relaciones que en retrospección parecen errores. Yo todavía los llamo errores, aun cuando he descubierto que los incidentes que llamamos errores son sólo los pasos a una tierra nueva donde encontramos una versión mejor de nosotros mismos – “error” porque existía una posibilidad de que esta toma de la película de la vida podría haber sido mejor. Llamarlos errores me recuerda que aun cuando ser inocente no es una falla, estar consciente es una forma mejor de ser.
¿Y la mejor forma de vivir? Es olvidar los personajes que nos enseñaron las duras lecciones y por lo tanto nos liberaron de la esclavitud del pasado para avanzar en el terreno de la vida.
¿Fácil? NO. ¿Imposible? NO.
Las relaciones nunca están grabadas en piedra. Tampoco son de ninguna manera definibles. Estas relaciones te forman, te rompen, te arraigan, te hacen crecer y, si todo va bien, también te ayudan a florecer. Para llegar a la etapa final, hay muchos aspectos que debemos comprender y vivirlos.
Muchas relaciones terminan en el dolor y en lugar de seguir adelante, podemos quedar atrapados en el dolor, consciente o inconscientemente. Recuerdo que en uno de los sermones de mi maestro Sadhguru, una señora, con gran ansiedad en su voz, le preguntó, “Si alguien te engaña, ¿está mal castigar a esa persona o creer que será castigada algún día?”
La pregunta y el tono angustiado de la señora reflejaron su estado mental y dieron una buena idea del hecho que provocó la pregunta. La respuesta fue hermosa, sabia y reveladora. Sadhguru le explicó ampliamente cómo algo como esto es una oportunidad – que esta persona le abrió una nueva dimensión espiritual. Este hombre en su vida la hizo darse cuenta qué frágiles son las cosas. “Pueden engañarte, huir, divorciarse de ti, o quizá morir,” le dijo, “pero si mueren, no le llamarías engaño, aún cuando se te nieguen las mismas cosas que considerabas una relación.”
Uno debería estar agradecido si esa persona rompe la ilusión. Al castigar a alguien más, tú te castigas a ti mismo. Eso te aleja de tu verdadera naturaleza.
Esa es una forma saludable de ver tales ocasiones que parecen traiciones en nuestras vidas. Para sentirte así, debes poder perdonar a la persona y a ti mismo. Encontrar gratitud en cada pequeño momento de tu vida requiere transformación desde adentro.
LLEGANDO AL AMOR
Antes que nada, debemos entender que no podemos perseguir el amor o la felicidad. Llegamos allí. Tú no estás incompleto, ni necesitas buscar a tu otra mitad. Estás completo tal como eres. El amor llega cuando encuentras otra persona completa y juntos se embarcan en un viaje para ayudarse a crecer el uno al otro.
El momento en que el juicio, la comparación o el ego se mezclan, es hora de dejarlo ir. Aferrarte a las espinas sólo te hará daño.
Entonces ¿cómo se perdona? ¿Cómo perdonas a esas personas que te hirieron, que te apuñalaron por la espalda, que te rompieron el corazón – un corazón que no tenía para ofrecer nada más que amor? Dios mío, si sólo tenía amor, ¿como se convirtió en odio venenoso?¿Cómo permitió que alguien más tuviera tal poder que te convirtió en alguien que no eres?
¿O no era amor? Porque el amor no pude ser extracción en ninguna forma. Tú pensabas que estabas dando lo mejor a esa relación. Quizá no era lo mejor en el criterio de la otra persona. Quizá su unión se basaba en expectaciones poco realistas e ilusiones egocéntricas.
Cualesquiera que sean esos “quizá,” lo importante es que tu vida requiere un cambio, y debes dejar esa relación que no te sirve para nada y que está grabando sus recuerdos dolorosos en tu subconsciente.
PERDON SIN APEGO
El perdón llega cuando puedes ver la situación sin apego, como si fueras una tercera persona. Verás como esa situación tenía inmenso poder de transformarte. Ahora te corresponde elegir entre volverte amargado y negativo o inteligente y consciente. Una vez que puedas ver el cambio positivo en ti mismo, los incidentes, la gente que te hirió ya no te van afectar.
La humildad es uno de los principales ingredientes que requiere el perdón. Tú perdonas porque comprendes que, como humanos, cometemos errores, y aferrándote a un resentimiento va a bloquear tu corazón y tu energía.
Con el tiempo, llega el día en que no necesites perdonar porque nada te ofende. Cuando la compasión se derrama incondicionalmente de tu corazón, no habrá ofensas ni se necesitará el perdón.
En el viaje espiritual, llegamos a una etapa en la que vemos claramente que no estamos perdonando a los demás, sino a nuestras emociones engañosas e insignificantes. A los demás no les importa, sólo a nosotros.
Que vivas una vida con un corazón compasivo y en constante evolución.
LA TRAICION PUEDE TRANSFORMARSE EN GRATITUD.
PARA SENTIRTE ASI DEBES PERDONAR
A LA PERSONA Y A TI MISMO.
REQUIERE TRANSFORMACION DESDE DENTRO.