Una Parra Haciendo Una Diferencia En El Mundo por Dennis Merritt Jones – Mayo 2016

UNA PARRA HACIENDO UNA DIFERENCIA EN EL MUNDO por Dennis MERRITT JONES

connected

Cuando reconocemos que todos estamos conectados, empezamos a comprender que nuestra vida toca más gente de lo que podríamos llegar a saber. La pregunta no es si estamos haciendo una diferencia, sino más bien, ¿qué clase de diferencia estamos haciendo?

Por qué batallar para abrir una puerta entre nosotros cuando la pared entera es una ilusión?
— Rumi

EL ESPIRITU LO ES TODO — el Centro y Circunferencia de todo lo que existe – tanto manifestado como sin manifestar. No tiene enemigos, ni diferencias, ni distinciones, ni alejamiento, ni separación de Sí Mismo.
Es Indivisible, Completo y Perfecto dentro de Sí Mismo, si tener opuestos ni oposición.
— ERNEST HOLMES, “La Ciencia de la Mente.”

Prueba este experimento conmigo. Antes de leer el segundo párrafo en este artículo, te invito a hacer una pausa al final de este párrafo sólo por 60 segundos y considerar estas preguntas: ¿Por qué estás leyendo este artículo? ¿Qué es eso que te obligó a invertir tu precioso tiempo y tus recursos para explorar, específicamente, el contenido de la revista Ciencia de la Mente?

Mientras que los pensamientos y palabras que flotan en la cima de tu conciencia pueden ser diferentes de los míos, supongo que los sentimientos que se envuelven alrededor de estos pensamientos y palabras son probablemente los mismos. Leer ideas que elevan espiritualmente nos ayudan a intuir un sentido de esperanza, fe, valor y, quizá lo más importante, un sentimiento de conexión y unidad con algo más grande que nosotros mismos.

Este sentimiento, a su vez, se purifica como la energía inefable que conocemos como paz, que es lo que todo ser humano anhela. Al fin, el sentimiento de conexión y unidad que sentimos sutilmente surge de nuestra creencia absoluta de que, como nuestro fundador Dr. Ernest Holmes tan elocuentemente resumió en la cita antes mencionada, el Espíritu es todo lo que existe. Punto.

Espiritual y metafóricamente hablando, hay una parra y muchas ramas, así es que el “koan” (o paradoja divina) es, “¿Dónde en la Rama de la Vida termino y tú empiezas?”

La declaración de Holmes es tan profunda que no deja ningún lugar para vacilaciones de “sí, pero” o excepciones a la verdad en aquellas “ocasiones especiales” en que podríamos estar inclinados a creer en lo contrario: Somos Uno y el impacto de esta verdad tiene largo alcance – muy largo alcance.

Lo Que Hacemos a Uno, Lo Hacemos a Todos. Lo Que Hacemos Por Uno, Lo Hacemos Por Todos.

La humanidad no ha tejido la red de la vida. No somos sino un hilo dentro de ella.
Lo que hacemos a la red, nos lo hacemos a nosotros. Todas las cosas están atadas juntas. Todas las cosas están conectadas.
– CHIEF SEATTLE

Recientemente, al pasear con mi nieto en un zoológico lleno de gente en Santiago, Chile, fuí testigo de un maravilloso ejemplo de nuestra conexión representado por una larga fila de niños pequeños que desfilaba frente a mi guiados por su maestro. Lo que me impresionó fue el hecho de que cada niño iba tomado de la mano del niño que iba enfrente y del niño que iba atrás. Claramente esto fue diseñado para que ninguno de ellos se distrajera y se fuera a separar del grupo.

Siempre buscando las metáforas perfectas que la vida ofrece cuando estoy suficientemente presente para verlas, quedé impresionado por la imagen frente a mi: seres humanos, conectados uno al otro, guiándose uno al otro, apoyándose cada uno, confiando en la gente que hay allí y que ni siquiera pueden ver al ir viajando por la extraña y maravillosa tierra de aventuras de la vida. Lo que percibí fue que algo profundamente convincente llega con el simple reconocimiento de que no estamos solos en el camino — que todos estamos conectados en algún nivel — que las acciones de una persona pueden afectar a otra persona que, a su vez, afecta a otra y a otra más. Con este conocimiento venimos a darnos cuenta de que si lo que hacemos en la vida afecta a los demás, ¿no deberían nuestras acciones ser conducidas concientemente y con propósito?

El Efecto de Onda Tuyo
La idea de que todo tiene un propósito cambia realmente la forma en que vives.
Pensar que todo lo que haces tiene un efecto de onda, cada palabra que hablas, cada acción que haces afecta a otras personas y al planeta.
— VICTORIA MORAN

¿Tú ves tu vida y lo que haces con ella como con propósito? Con todo lo que está sucediendo en nuestro planeta, entre naciones, entre la gente, es fácil percibirnos a nosotros mismos como insignificantes y, en el proceso, perdernos en lo que interpretamos como la pequeñez de nuestra existencia personal.

Los seis grados de separación es una teoría basada en la idea de que cada ser humano en el planeta está seis pasos o menos alejado (por medio de introducción) de cualquiera otra persona. Mientras que el término “separación” puede parecer contra-intuitivo al tema de unidad, en realidad no lo es porque “separación” es una invención de la mente humana — una mala interpretación de la integridad.

Como dice Rumi, “Por qué batallar para abrir una puerta entre nosotros cuando la pared entera es una ilusión? Esto significa que el mundo que percibimos con nuestros ojos no es todo lo que parece ser. Quizá Ralph Waldo Emerson capturó este sentimiento con igual elocuencia cuando escribió, “Vemos el universo como hecho sólido; Dios lo ve como ley líquida.” Cuando hagamos una pausa y consideremos qué interconectado está todo el cosmos, nos daremos cuenta de que nos es imposible no afectar al mundo mucho más allá de lo que pensamos. Mientras que podríamos no llegar a conocer nunca qué impacto tiene nuestra vida en la de los demás, esto no significa que el efecto que sí causamos sea insignificante.

El Dios que existió antes de cualquier religión cuenta contigo para hacer la unidad de la familia humana conocida y celebrada.
— DESMOND TUTU

Te relato la siguiente historia personal porque ilustra como este entendimiento recientemente se volvió realidad en mi propia vida. Ocasionalmente, recibo mensajes amables de personas que han leído mis libros. Con frecuencia me cuentan su historia de como algo que leyeron hizo una diferencia en su vida. Como autor, siempre me siento humilde y honrado de recibir tales mensajes.

Hace poco, mientras abría algunos correos electrónicos atrasados, uno me llamó la atención  especialmente. Era de un señor que acababa de leer mi libro, “El Arte de la Incertidumbre: Como Vivir en el Misterio de la Vida y Gozarlo.” Estaba expresando como el libro lo había  afectado y que lo estaba compartiendo con sus amigos. Por supuesto, eso me hizo sonreír.

Continuó diciendome qué agradecido estaba de que el libro se hubiera traducido al idioma Farsi, y esto es lo que me tomó por sorpresa. Mientras que algunos de mis libros han sido traducidos en varios idiomas, no tenía idea de que uno hubiera sido traducido al Persa y — tal como resultó — tampoco mi editor.

Al principio, me disgustó un poco la noticia porque significaba que el libro había sido publicado en Irán sin el consentimiento mío o el de mi editor. Por supuesto, esto era el Sr. Ego (alias, el pequeño yo) el que lo estaba tomando en lo personal. Luego, de repente, una voz sutil y pacífica susurró en mi oido, “Sí, pero piensa en el efecto de onda — aquí están las noticias maravillosas — considera las vidas que de otra manera nunca hubieras llegado a tocar si esto no hubiera sucedido.” Esa voz profunda nunca deja de rescatarme cuando estoy dispuesto a oirla. La moraleja de esta historia es que esto no es sólo acerca de mi conexión con la gente al otro lado del planeta que por mi mismo nunca hubiera podido lograr ni en un millón de años; esto es acerca de ti y de mi y del hecho de que todos somos productores de ondas en el océano infinito de la Unidad.

Imagínate a Ti Mismo Como Una Piedrita, o Mejor Aun, Como Una Roca!

Con los ojos de tu mente imagina que dejas caer una pequeña piedra en la superficie calmada del agua. Nota como la onda creada por una sola piedrita se expande en múltiples ondas tocándose unas a otras. Alguna vez has pensado en ti como una piedrita? Metafóricamente hablando, en el “océano de la Unidad,” eso es exactamente lo que eres cuando consideras a aquellos a quienes has afectado con el efecto de onda de tus pensamientos, obras y actividades. Hasta podrías ser una “roca” volviendo las ondas en olas.

Simplemente considera las vidas que tocas durante el transcurso de un día, un año o una vida entera, quizá sin darte cuenta. Relativamente hablando, si todos estamos separados solamente por seis grados o menos, quizá sea la forma del Universo de ayudarnos a reconocer nuestra unidad — nuestra interdependencia — y el “efecto de onda” es el tejido conectivo que nos permite compartir la experiencia con los demás.

Juntos Somos Uno
Una canción necesita un cantante para ser cantada;
Una campana necesita un campanero para ser tocada.
El cielo necesita al sol para darle luz
Y las estrellas necesitan la obscuridad para resplandecer tan brillantes.
La lluvia necesita las nubes, las nubes necesitan el cielo
Los pájaros necesitan el viento para elevarse alto y volar
 
La rosa necesita la lluvia para ayudarle a crecer
Y el arroyo necesita al océano para fluir.
¿Puedes oir la música que está tocando?
¿No puedes oir al Universo decir
Que todos somos una familia, que sí somos Uno?
La guerra necesita la paz para sanar el odio
Y el miedo necesita al amor y el amor no puede esperar
Nos necesitamos uno al otro, oh, ¿no lo puedes ver?
¡Sí, yo te necesito a ti y tú me necesitas a mi!
Y juntos, todos juntos, somos Uno.
 
Arriba aparecen algunas líneas de la letra de una canción que escribí y grabé en 1982, pocos años después de que descubrí las enseñanzas de la Ciencia de la Mente. Mientras que la canción nunca tuvo un éxito comercial, las palabras se grabaron profundamente en los muros de mi mente y mi corazón como una mantra, recordándome en incontables ocasiones que todos estamos conectados — que en nuestra singularidad necesitamos el contraste único de unos con otros — y que lo que afecta a uno afecta a los muchos.

¡Qué Clase de Ondas Vas a Hacer?

La conclusión es que tú realmente tienes importancia, todo lo que haces tiene un impacto en alguien, en algún lugar, aún cuando no lo conozcas. Eres una piedrita que manda ondas que continúan tocando las vidas de otros. Podría ser un extraño al otro lado de la ciudad que es afectado por una palabra amable que dirigiste a tu vecino quien, a su vez, hizo un acto de bondad a esa persona.

Entonces otra vez, podría ser una persona al otro lado del planeta que es afectada por medio del efecto de onda iniciado por ti cuando pusiste esa fotografía o historia especial en Facebook que abrió los corazones y puso una sonrisa en la cara de alguien, que a su vez la “compartió” con otros, y así sucesivamente.

Por lo tanto, la pregunta que debemos hacernos no es, “Vamos a hacer la diferencia en el mundo?” Sabiendo que somos uno — y comprendiendo el poder del efecto de onda — la pregunta real es, “Qué clase de diferencia va a ser?”

Al avanzar con una conciencia más profunda del Uno que nos une a todos, que las ondas que mandes sean guiadas por el impulso del amor-bondad, el desinterés, la reverencia, la compasión y la alegría.

Esto es lo que nuestro mundo necesita ahora y tú eres la piedrita perfecta para hacer ondas poderosas. Que vivas hoy tan plenamente sumergido en la conciencia de tu unidad con toda la vida que cualesquiera paredes percibidas que te separaren del mundo se disuelvan en la nada de donde vinieron.

¿Dónde en la Parra de la Vida termino yo y empiezas tú? Oh! Dulce misterio de la Vida. La respuesta está enterrada en la paradoja insondable de la Unidad — y  por esto que te encanta leer la revista de la Ciencia de la Mente; te lleva allí.
                           
Dennismerrittjones.com – Copyright 2015, New Reality Press

 


2020-11-24T13:07:34+00:00
Go to Top