YO ESTOY AQUI SIEMPRE, Sólo Necesitas Escuchar, por Ron Fox
Hace años cuando estaba yo en la escuela de ministros, acepté una invitación a hablar ante una convención espiritual grande. En mi entusiasmo invité a varios amigos del trabajo a ir a escucharme.
El día indicado empecé a ponerme nervioso, pensando, “Qué hice? Este es un tópico tan profundamente personal acerca del perdón, no estoy seguro de que quiero que mis amigos del trabajo lo oigan.
Para empeorar las cosas, me informaron que mi plática sería grabada y que habría copias a la venta. Con esto, ahora estaba realmente nervioso.
Minutos antes de empezar, fui al pequeño balcón, hice un tratamiento para calmarme, e instantáneamente me sentí en paz. Cuando llegué a casa, le conté a una sabia maestra acerca del incidente y qué gratamente sorprendido estaba. Ella me respondió, “No es interesante, Ron, que leemos y estudiamos esta filosofía tan diligentemente – ¡y cuando funciona nos sorprendemos tanto!”
Bueno, ya no me sorprende. De hecho, estoy seguro de que funciona y tú también puedes estarlo. ¿Por qué,? preguntas. Porque conozco que todos tenemos un guía sabio dentro de nosotros siempre. El Dr. Ernest Holmes nos dice que necesitamos tener confianza en que existe un poder más grande que nosotros mismos y que podemos usarlo.
Hay algo dentro de nosotros que nos guía en cualquier situación que encontremos.
Aquí hay cinco pasos fáciles que Holmes nos ofrece a fin de empezar:
1. Cree en el Poder.
2. Cree que está exactamente donde estás tú.
3. Entiende que éste es un Poder del Bien.
4. Date cuenta que este Poder fluye a través de nosotros.
5. Luego empieza exactamente donde estás.
ESCUCHA A TU GUIA
El escritor inspirador Alan Cohen relata una maravillosa historia verdadera acerca de ser guiado: Una señora fue al hospital a dar a luz. Después de salir de su casa, sus tres perros desaparecieron. Su marido estaba frenético; los buscó pero no los pudo encontrar.
Esa noche, la mujer miró por su ventana y ahí estaban los tres perros mirando hacia su cuarto de hospital. Recorrieron millas a través de la ciudad para encontrarla. Los perros fueron guiados hacia ella.
Así también nosotros tenemos un guía. Cuando nos tranquilizamos y escuchamos esa voz pequeña y quieta, las llaves de nuestro universo están allí.
¿COMO PODEMOS CONTACTAR A ESTA GUIA?
Necesitamos hacer tiempo para ir más despacio y escuchar. Algunos de nosotros meditamos, otros caminan en los bosques, algunos escuchan música, otros practican yoga o tai chi. El método no es importante. Lo importante es que vayamos más despacio y hagamos tiempo para que el Espíritu entre en nuestras vidas.
Mi experiencia es que la voz pequeña y quieta es sutil pero persistente. No obstante, si no voy más despacio, puedo perder el mensaje que viene hacia mi.
Considera esta historia de dos amigos: Caminan por una calle en la ciudad al medio día. Hay muchos ruidos causados por el tráfico y la gente que va platicando. Uno se vuelve al otro y le dice, “Oigo un grillo.” El otro le contesta, “No es posible – no hay grillos en la ciudad.”
Cruzan la calle y llegan a un macetero grande y ahí, escondido tras de unas hojas está un grillo. “Es sorprendente, debes tener un super oido.” “No, mi oido es el mismo que el tuyo. Mira.”
Luego saca de su bolsillo unas monedas y las tira al suelo. Todos los que estaban a su alrededor en un radio de 6 metros voltean a ver quien tiró las monedas.
Las cuestión es que lo que uno oye es cosa de lo que queremos oir. Cuando hacemos tiempo para nuestra Sabiduría Divina, la oimos.
OYE EL MENSAJE SUTIL
Aquí hay otra historia acerca de escuchar: Un hombre de gran fe vivía en una ciudad que empezó a inundarse. La gente trataba de escapar. Alguien en un coche lo invitó a subir, pero él respondió, “No, gracias, Dios me salvará.” Poco más tarde, el agua sube y el hombre tuvo que subir al segundo piso de su casa. La gente que pasaba en una lancha lo invitó a subir pero él les contestó lo mismo, “No gracias, Dios me salvará.” Finalmente, el agua sube tanto que tiene que irse al techo y alguien en un helicóptero le ofreció ayuda, pero su respuesta fue la misma, “No gracias, Dios me salvará.”
Al poco tiempo el agua lo arrastra al mar y se ahoga. Cuando llega al cielo, le dice a Dios, “¡Yo creía en ti! ¿Por qué no me salvaste? Y Dios le respondió, “Te mandé un coche, una lancha y un helicóptero. ¿Qué más podía hacer?
Con frecuencia los mensajes son sutiles; necesitamos escuchar y luego seguir nuestra intuición.
Recuerda… Tú oyes lo que esperas escuchar.
VIVE TU DESTINO
La voz pequeña y quieta representa tu ser real – y algunas veces los mensajes pueden dar miedo. Pueden pedirnos salir de nuestra zona de comodidad, o que vayamos contra el consejo de la familia y amigos.
Si no estás seguro de qué hacer en una situación específica, detente y toma tiempo para considerar como vas a actuar. Recuerda, la Sabiduría Divina no significa saber solamente que la guía existe; la Sabiduría Divina existe para que la apliquemos y podamos vivir nuestra vida más satisfactoriamente.
Cuando se te dificulte practicar un mensaje, prueba el ejercicio siguiente recomendado por la autora Martha Beck: Piensa en una situación desafiante o en alguna decisión difícil que se te presente. Haz una lista de lo que te venga a la mente cuando preguntas, “¿Qué haría la calma ahora?” “¿Qué haría la paz ahora?” “¿Qué haría la relajación ahora?”
El Bhagavad Gita nos recuerda, “Es mejor vivir tu destino imperfectamente que vivir perfectamente una imitación de la vida de alguien más. El poder de Dios está dentro de ti siempre.”
Cuando tomamos la decisión de rendirnos al poder interior, nuestras vidas cambian para siempre. Liberamos lo que no sirve y elegimos lo que sí nos sirve.
Tú y yo siempre tenemos opciones. Nosotros decidimos si queremos jugar a ser víctimas y quedarnos atrapados en el pasado, o flexionamos nuestros músculos espirituales y vivimos la vida que soñamos. Louise Hay nos dice, “El punto de poder está siempre en el momento presente.” Podemos romper los viejos hábitos hoy.
Holmes nos enseña que hay una presencia espiritual interna que guía, consuela y sana. Podemos aprender a profundizar en nuestro interior y hablarle. Así que tú vas a encontrar esa presencia, esta simultáneamente viene hacia ti.
Hace años leí una historia acerca de un profesor de universidad que tenía la enfermedad de Alzheimer. Su mejor amigo le preguntó a su esposa si podía ir a visitarlo y ella dijo que sí. Cuando el amigo llegó, el profesor abrió la puerta y dijo, “No se quien es usted pero por favor pase y disfrute de nuestro hogar y nuestra hospitalidad.”
Aún en su momento de profunda pena, su verdadero carácter de bondad y gentileza no cambió.
Nosotros también tenemos un poder interno que no puede ser destruido ni dañado por nada de lo que hagamos. Es el Dios interno que pacientemente aguarda asociarse con nosotros para crear la vida que soñamos.
Como escribe Holmes, “Dentro de cada uno de nosotros hay una persona eterna e indestructible, una persona espiritual, una persona destinada a Dios. Por lo tanto se nos dice que seamos transformados por la renovación de nuestras mentes.
