AMPLIAR TU HORIZONTE ES CUESTION DE REVELACION INTERNA – El Explorador Interno Conoce el Camino, por Dr. Dennis Merritt Jones
Quienquiera que haya dicho que el cielo es el límite debió no darse cuenta que no es el cielo lo que nos limita: ES NUESTRA PERCEPCIÓN DEL CIELO.
Por miles de años, los exploradores invariablemente han mirado a las estrellas arriba y al horizonte abajo — ese lugar prístino donde el cielo y la tierra parecen juntarse — como punto de referencia para marcar su rumbo antes de emprender un viaje a tierras nuevas y distantes. Ellos comprendían que si querían “ampliar sus horizontes,” tenían que estar dispuestos a salir de la comodidad del lugar donde se encontraban e ir hacia el misterio que tenían enfrente — más allá de donde el ojo podía distinguir.
El horizonte nos ha invitado desde hace mucho a acercarnos y ver lo que no hemos visto antes, a experimentar una dimensión de vida más amplia y encontrar significado y propósito en el viaje.
Existe dentro de cada uno de nosotros un explorador que ansía un terreno más alto desde el cual obtener una visión expandida de la vida y de las posibilidades ilimitadas que llegan al pensar más allá de lo que es conocido. Cuando éramos jóvenes, ese explorador interno continuamente buscaba territorio nuevo (cualquier niño pequeño es prueba de esta teoría), pero con los años el espíritu del explorador interno se vuelve domesticado, se vuelve enseñado “por nuestro propio bien,” a no aventurarse nunca demasiado lejos, fuera de la zona de seguridad de lo conocido.
Y allí, en el cajón cómodo, muchos de nosotros acampamos, quizá curiosos acerca de los misterios y maravillas que los nuevos horizontes tienen para nosotros pero nunca nos movemos hacia ellos para hacer el descubrimiento por nosotros mismos.
La buena noticia es que nunca es demasiado tarde para volver a despertar a ese explorador interno y expandir nuestros horizontes. La pregunta crítica es, ¿qué hacer para dar el salto? ¿Cuál es el primer paso? La respuesta puede estar en reavivar la sensación de admiración y maravilla que teníamos acerca del Universo cuando éramos jóvenes.
REAVIVA TU EXPLORADOR INTERNO
Cuándo fue la última vez que tomaste el tiempo de mirar hacia arriba en una noche clara y de contemplar el manto infinito de estrellas, pensando dónde podría estar el borde del Universo y, quizá, preguntándote cuál es tu papel en el gran esquema de tan admirable historia cósmica de 14 billones de años? Si de esto ya hace mucho tiempo, podrías considerar mirar al cielo estrellado pronto, una noche de estas, porque te va a llenar de energía y va a despertar en ti ese espíritu de explorador interno.
Cuando tenía 10 años de edad, yo no comprendía intelectualmente el significado espiritual, y mucho menos el milagro, del Universo, pero aún entonces intuitivamente sentía que yo pertenecía allí. Sabía que era parte de algo expansivo, a veces mucho más grande que yo, y que tenía una naturaleza inteligente, estructurada que parecía saber lo que hacía. Si esta inteligencia sabía como mantener las estrellas y los planetas en su lugar por siglos incontables — mientras que, al mismo tiempo, se expandía a la velocidad de la luz — seguramente sabría como mantener mi vida en su lugar durante todo el quinto año y quizá aún más, hasta más allá del horizonte distante llamado sexto año.
En retrospección, esta percepción me dio un sentimiento de paz, que creó un sentido de confianza en que yo estaba destinado a estar aquí y que mi vida tenía un propósito y un significado aún por descubrir.
Tu espíritu del explorador interno conoce que esto es verdad acerca de ti también. Debido a que el Universo se está expandiendo exponencialmente a velocidad luz [186,000 mi/sec], tu perspectiva del Universo y, por lo tanto, tu relación con el Universo es esencial. Te sentirás minúsculo, insignificante, separado de todo — o simplemente lo opuesto, una parte grande y vital de todo. Los exploradores sienten la chispa sagrada, la brasa candente en su interior que afirma que ellos están unidos con la Luz expansiva de la que vinieron.
SE CONSCIENTE EN TU BUSQUEDA
“El cosmos está dentro de nosotros. Estamos hechos de la substancia de las estrellas. Somos el medio por el cual el Universo se conoce a sí mismo.”
— Carl Sagan
Como indica el astrónomo Carl Sagan, tú eres una expresión de un Universo Infinito que busca conocerse a sí mismo en una forma limitada. ¡Imagínate! No sólo eres parte de algo mucho más grande que tú, tienes un papel que jugar — y ese es ser un microcosmo único en el gran macrocosmo: un Universo en expansión, que se conoce a sí mismo, que vive.
Esto significa que todos los atributos del macrocosmo deben existir ya dentro del microcosmo. La única pregunta es, ¿vas a cumplir on ese papel consciente o sub-conscientemente? El explorador en ti conoce que mientras más consciente seas en tu búsqueda, tu poder interno se realizará más.
Reconocer que eres un conducto consciente por el cual el Universo se amplía es profundamente fortalecedor. Significa que te has vuelto un co-creador intencional con el Creador y, por lo tanto, los horizontes nuevos no sólo son posibles sino que son forzosamente accesibles.
HAZ HONOR AL IMPULSO DIVINO
La primera ley del Universo viviente es la expansión. Hay un impulso dentro de cada uno de nosotros que está constantemente impulsando, buscando expresarse y conocerse más a sí mismo por medio de nosotros. Ernest Holmes se refirió a este impulso como la “Urgencia Divina.” Cuando sentimos este empujón divino y elegimos aceptarlo, nos eleva a ver nuevos horizontes, a nuevas pasibilidades que nunca antes supimos que existían.
Horizonte se puede definir como “el límite de la percepción mental, experiencia o interés de una persona.” La palabra operativa aquí es “límite.” Nuestro horizonte percibido pone el límite a nuestra visión de la vida. Por lo tanto, la pregunta es, ¿tratamos de ampliar el horizonte mismo o nuestra visión del horizonte?
Cualquiera que haya volado en un aeroplano sabe que mientras más asciende más expansivo es el horizonte y, por lo tanto, su perspectiva se vuelve más grade. Nada cambia necesariamente, excepto que cambia inmensamente como lo ve. Esta no es una metáfora; es así como funciona la conciencia.
Igualmente, en la “Ciencia de la Mente,” Holmes explica el papel que juega la conciencia en determinar el horizonte al cual aspiramos. “La experiencia del hombre es el resultado lógico de su visión interna; su horizonte está limitado a los confines de su propia conciencia. Siempre que esta conciencia carezca de una perspectiva verdadera, su expresión externa carecerá de la armonía apropiada.”
Puesto que la experiencia de tu vida se eleva al límite de tu conciencia — y no más alto — y encuentra expresión a ese nivel, al llegar a un conocimiento consciente de tu unidad con el Universo es más probable que encuentres tu lugar en el Universo. Y, a la vez — pero igualmente importante — podrás encontrar su lugar en ti.
Este es el punto en el que conscientemente te fusionas con el Infinito, donde la vida realmente se vuelve un viaje sagrado. Al alinearte y viajar en la onda cósmica de expansión que inherentemente palpita en todas las cosas vivientes, te elevas a una perspectiva nueva y, como resultado, aparece ante ti un nuevo “horizonte de realidad.” Al elevar tu conciencia, empiezas a ver las cosas diferentes.
Esto no significa que vives en los éteres de la quinta dimensión de alguna otra realidad. Perteneces aquí con tus pies plantados en tierra firme. Tu papel es ser un conducto consciente por el cual el Infinito se conoce a sí mismo en forma limitada — es donde y cómo el cielo toca la tierra, por medio y a través de ti. Esto es también lo que despierta al espíritu del explorador interno.
Con esta elevada perspectiva eres libre de explorar y moverte a través de la condición humana con un alcance mejor, sabiendo que puedes buscar y encontrar horizontes nuevos, amplios, justo ante tus ojos, entre las grietas y hendeduras de tu vida diaria.
No necesitas iluminación cósmica para ampliar tu conciencia o tu horizonte — simplemente un conocimiento de tu unidad con la Vida y un entendimiento de cómo un Universo en expansión conspira para ampliarse dentro y a través de ti a cada momento de cada día.
VIVE TU VIDA MAS GRANDE
“Si de veras queremos una visión verdaderamente extraordinaria, tenemos
que ampliar continuamente nuestros horizontes, tomar riesgos.
Si no empujamos nuestra orilla nunca vamos a expandir nuestra visión.
Ir más allá de los propios límites no es infracción.”
— Dewitt Jones
Hay una vida más extensa esperándonos justo más allá de nuestra realidad actual. El Universo está ofreciéndonos perpetuamente um horizonte expandido — un pedazo más grande del cielo cósmico — donde todo es posible. Como han hecho todos los exploradores, debemos primero tener el valor de “empujar la orilla” de nuestro sistema actual de creencias e ir más allá de los límites (a veces) sacrosantos que nos hemos fijado.
Cuando moldeamos y abrazamos una visión interna de la vida que deseamos vivir y tenazmente personificamos esa visión dejándonos llevar fielmente a donde nos conduzca, se abren nuevos horizontes ante nosotros. Esto es lo que Emerson quiso decir cuando escribió: “La salud del ojo parece exigir un horizonte. Nunca nos cansamos mientras podamos mirar bastante lejos.” Para permanecer saludables en espíritu, mente y cuerpo, debemos continuar mirando hacia arriba y ver un nuevo territorio.
¿QUE HORIZONTE NUEVO TE ESTA LLAMANDO?
¿Puedes ver lo suficientemente lejos para captar la visión de la vida que aguarda, esperándote justo más allá de ese horizonte? ¿Puedes mantener tus ojos en esa visión y continuar hacia ella a través de tiempos buenos o malos?
Aún cuando no tengas la certeza de que puedes hacer el viaje, tu explorador interno conoce el camino y está listo para partir cuando tú lo estés. Actuar es el primer requisito. Lo asombroso es que un vez que alcanzas esa nueva tierra de oportunidades, habrá aún otro horizonte en la distancia llamándote, esperando tu llegada. Eso es todo lo que significan los nuevos horizontes. Nos muestran que hay algo más que conocer, más que hacer — y mientras permanezcamos en una piel humana, siempre lo habrá.