VIVE DESDE LA GLORIA DE QUIEN ERES, por Elliott Robertson
Toma tiempo cada día para
meditar sobre el amor que
Dios tiene para ti.
Recuerda todos los días que
Dios conoce tu nombre.
Ha llegado el momento de que seamos los seres amorosos que somos, de que conozcamos y expresemos la imagen de divinidad que heredamos de Dios antes de que naciéramos. Ha llegado el momento de que aceptemos quienes somos, de consentir en vivir como transparencias a través de las cuales nuestra luz interna pueda resplandecer.
¿Cómo se vive desde nuestra gloria? ¿Cuáles son las claves para revelar quienes somos? ¿Qué hábitos nos ayudarían a vernos como Dios nos ve?
Manifestando Nuestra Naturaleza Divina
“Benditos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios,” dice Jesús en las bienavcnturanzas. Esto puede significar que la pureza de corazón establecerá dentro de nosotros la vista divina que ve la luz de Dios dentro de nuestras almas, dentro de cada alma.
En forma similar, Ernest Holmes escribe,”Debemos elevarnos, es decir, debemos reconocer nuestra naturaleza Divina y nuestra relación con la Verdad de Dios. Esta relación significa unidad completa.”
¿Podría este reconocimiento de nuestra naturaleza divina ser la clave de vivir desde la gloria de quienes somos? ¿Podría ser este el primer paso esencial en nuestro camino a expresar nuestra magnificencia dada por Dios con mayor humildad de un día al otro?
Quizá el mayor cuidado hacia nosotros mismos y nuestro mayor servicio al mundo es meditar diariamente en la vida perfecta. Como Holmes nos recomendó, “Meditar diariamente en la Vida Perfecta y vivir diariamente el Gran Ideal es un camino magnífico hacia la libertad, a esa “paz que que sobrepasa todo entendimiento y que es la felicidad del alma.”
Dedica tiempo cada día a decir, “Gracias, Cosmos, por tu bondad. Gracias, Altísimo, por crearme en tu gloria, por crearme como un cristal de aumento a través del cual tu presencia y tu luz se expanden.”
Que esta sea tu oración a la cual vuelves una y otra vez durante el día. Esto se convertirá en un camino excelente a la libertad. Te vas a descubrir experimentando una paz más allá de tu capacidad de entender. Esta va a ser la base para que te sea fácil y natural mostarte tal como eres, para mostrar tu compación y tu voluntad de amar.
Dedícate diariamente a meditar en el amor que Dios tiene para ti. Recuérdate cada día que Dios conoce tu nombre.
Cuando despiertas, di, “Gracias, Vida, por esa oportunidad de aceptar la dulce voluntad de Dios para mi de que dé paso a quien soy. Agradezco recibir tu amor en este mismo momento.”
Al decir esta oración de todo corazón, vas a preparar tus velas internas para navegar a un lugar de felicidad, de satisfacción y bienestar.
Quizá hayas sido despedido de tu trabajo, o tu cónjuge esté disgustado contigo, o tu gato se haya lastimado. No es necesario que estas tribulaciones te aparten de establecer tus raices en el suelo del amor de Dios. En una tormenta furiosa, es mayor la necesidad de tomar un momento para establecer tu conocimiento de quien eres en verdad. Cuando una tormenta sopla a través de tu vida, cuando el caos se vuelve el centro de tu escenario, necesitas dar salida a tu luz interior para poder encontrar tu camino en el ojo pacífico de la tormenta.
Dios Te Está Esperando
Dios está en todo lugar en Su totalidad, esperando que dejes de ver los sufrimientos, inundaciones y huracanes que ocurren en tu vida, y que cambies tu mirada de los problemas a Su cara radiante.
Si, Dios está pidiéndote siempre que goces de quien eres y celebres tu relación con el amor. Aún en medio de un mundo que parece estarse desintegrando, Dios te invita a decir, “Sí, quiero ser el buque y se que esto me traerá gozo” Que esta sea tu oración cada día.
No importa cuales sean las condiciones a tu alrededor – aún cuando tu adversario te esté esperando hoy – Dios silenciosamente te murmura, “Por favor, goza este día sagrado, este regalo que le hago a toda la creación.”
El gozo de Dios es pleno cuando gozas tu vida y la gloria de tu alma. El mayor gozo de Dios es tu aceptación de ti mismo como una creación nacida de Su esencia.
Hoy, di sí a quien eres, y las repercusiones resonarán a travez del cosmos, bendiciéndolo todo.
Dios no dice, “quiero que brille la luz en el mundo después de que todas esas tribulaciones que te preocupan se hayan resuelto.”
Dios no dice, “Espera, hijo, hasta que los problemas en el mundo desaparezcan y luego puedes ser feliz y gozar de quien eres.”
Dios dice, “Este es el día que el Señor ha hecho. Gocemos y estemos contentos en él.” (Salmo 118:24).
Dios no dice, “Te he escogido para que seas mi sirviente. Después de que la tormenta haya llegado y se aleje, vete al mundo y haz mi trabajo.”
El Dios Benevolente firmemente nos pide a todos que expresemos nuestra magnificencia interna sin esperar que el mundo exterior cambie. Permite que la dulce voluntad de Dios para ti revele quien eres y sostenga al mundo en el amor. Date permiso de mostrarte ante Dios diciendo, “Aquí estoy. A donde deseas que vaya.”
Haz que nada sea más importante que estar disponible para Dios. No dejes que nada te importe más que estar receptivo a la guía de la Fuente de todo. Deja que tu deseo sea hacer lo que la Inteligencia Divina te conduzca a hacer para mostrarte como eres, para mostrarte como Dios te hizo, a su imagen.
Fuimos diseñados para oir hablar a Dios, para recibir intuiciones. Aún cuando hayamos cerrado nuestra receptividad por años, nuestro diseño no puede ser destruido.
Podemos haber apartado la vista de la cara brillante de Dios. Esto no significa que no podamos alejar nuestra vista de las ilusiones y situaciones que nos preocupan y volver a ver la cara brillante que irradia benevolencia.
Podemos haber perdido la confianza que teníamos al nacer. No obstante, este lugar dentro de nuestros corazones confía en Dios en la misma forma en que confiamos que aunque el sol se oculte va a volver a salir – este lugar dentro de nuestros corazones todavía es alcanzable.
Nos establecemos en nuestra relación con la Fuente cuando empezamos una práctica firme de meditación en la vida perfecta y en la confiabilidad del Uno que ve sólo luz dentro de nosotros.
Cuando nos recordamos que la Inteligencia Divina es total y completamente confiable más allá de nuestra capacidad de entender, decimos, “Aquí estoy, y estoy listo para ser guiado a donde necesito ir hoy y guiado en mis acciones y palabras.”
Construyendo un Nido
Cuando nos mostramos tal como somos en nuestra naturaleza divina, compasiva, cuando gozamos en la luz que brilla dentro de nosotros, cuando agradecemos a Dios habernos creado como seres amorosos con la capacidad de dejar que el amor fluya a través de nosotros, construimos un nido fuerte en el que nuestras almas pueden residir.
Aquí en este nido, podemos estar contentos cuando no nos gustan las circunstancias. Aquí podemos sentir la tristeza de bajar al sótano inundado y encontrar nuestros tesoros destruidos.
Crea un nido al que puedas regresar en tiempos de dolor y aflicción. Toma tiempo para refleccionar en la naturaleza de tu relación con el Uno que provee la red de todo lo que existe, el Uno que te valora ni más ni menos que como valora a todas las otras almas, el Uno cuyo amor por ti es más profundo que el mar y más alto que una montaña.
Regocíjate en el amor de Dios por ti. Reposa en la bondad del universo entero.
Empieza cada día diciendo, “Gracias por diseñarme con la capacidad de amar y de ser amado.”
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Rev. Martha Topel
CSL – Redondo Beach, CA