El Corazon Lo Entiende, Por Trish Hall
SIGUELO A DONDE CONDUCE
Nuestros corazones tienen tendencias por naturaleza. Estamos diseñados para buscar puntos en común, experiencias que nos unan. El corazón sabe todo acerca de la unidad. El corazón entiende que es una expresión del Espíritu — el Espíritu que usa simultáneamente innumerables individualizaciones de Sí mismo como salidas.
La tendencia no es positiva ni negativa; esto lo determina pensamiento. Aunque frecuentemente está asociada con mentes cerradas y prejuicio, la tendencia es simplemente un filtro perpetuo que hace que le demos a algo una importancia desproporcionada ya sea a su favor o en su contra. La investigación demuestra que la tendencia puede ser innata o aprendida. Además apoya la noción de que venimos al mundo preparados para percibirlo en ciertas formas.
Como Espíritu, llegamos a este mundo buscando la confirmación de lo que nuestros corazones ya saben: Somos uno con el Espíritu e inseparables de El, que es nuestra esencia indivisible. Sentimos un deseo irresistible y con frecuencia incomprensible de buscar experiencias en el mundo físico que igualen la Unidad Divina que nuestros corazones conocen. Podemos confundir este anhelo con el deseo de conexión física. En verdad, esta urgencia Divina nos impulsa a descubrir medios de expresar eso que el Espíritu ha impartido dentro, a través, y como nosotros.
El corazón – al no estar limitado por un diálogo interno, sin sentido y dañino, y por preocupaciones sobre lo que otros podrían pensar – se conoce a sí mismo como una salida. El corazón se abre para expresar su naturaleza – la naturaleza del Espíritu. Grita con impaciencia desde adentro: “Todo está aquí. Todo está disponible. Tómalo y úsalo sin límites, sin límites. Lo que está aquí en mi está dentro de ti y es como tú eres. Lo que eres es la actividad del Espíritu, una salida individualizada de la sabiduría y el poder divinos.”
Latente dentro de cada uno de nosotros existe todo lo necesario para reparar cualquier sentido de separación y sanar al mundo.
En “Esta Cosa que se Llama Vida,” Ernest Holmes nos dice que existimos para que el Espíritu tenga incontables salidas individuales para expresarse a Sí Mismo. Deja que penetre en ti lo que esto significa: eres potencialidad pura, saturada de sabiduría y poder infinitos. Son para que los uses. El Espíritu es la fuente de los deseos de vida afirmativa que brotan dentro de ti. Mientras más vibrantemente expreses la vida, con más gracia y facilidad funcionas como el medio para que el Espíritu se exprese en el mundo.
Los deseos que surgen en ti son el Espíritu que está impulsando su propia expresión. Estás en sociedad inseparable e infinita con el Espíritu. Esos impulsos repentinos, fuertes e irreflexivos, esos deseos tan magníficos y gloriosos que transforman al mundo son el Espíritu que brota expresándose por medio de ti.
TU ERES LA SALIDA DEL ESPIRITU
Detente. Escucha profundamente a tu corazón. Los mensajes de tu corazón son únicos para ti. Escucha más allá de las palabras. ¿Cuáles son esos mensajes de los que en el ajetreo y el ruido de la vida diaria quizá no te hayas dado cuenta? Da rienda suelta a tu creatividad para revelar como transformas estos mensajes en acciones.
Tú eres el conducto del Espíritu. Para la mayoría de nosotros, este concepto es sumamente sorprendente y fluye frente a la mayoría de nuestros primeros condicionamientos. Según el Dr. Holmes, “Tu lugar en la Vida es convertirte en una salida para Su sabiduría, inteligencia, amor, belleza y creatividad. Tu relación con la Vida es que tú eres una individualización de ella. Su naturaleza es lo que eres: Estás en Ella y Ella está en ti. El Espíritu sin manifestar, puro existe dentro de ti. Este aspecto tuyo nunca ha tenido problemas. Tú estás diseñado de esas “sustancias invisibles de Dios”. Su naturaleza está manifestada en ti. Debido a esto, tu palabra tiene el poder de ubicarse y manifestarse en forma concreta. La vida fluye por medio de ti. Es tú. A través de ti decreta, afirma, conoce e imagina. Lo que decreta, transpira. Tú eres así. Tú gobiernas tu propio mundo. Nosotros los humanos, habiendo sido condicionados por experiencias mundanas, quizá hayamos desarrollado prejuicios basados en nuestras experiencias y la guía bien intencionada de otros. Estos prejuicios perpetuos pueden estar en desacuerdo con nuestra tendencia innata. Esto puede ser estresante cuando sentimos un toque suave en el corazón para abrazar lo que tenemos en común al mismo tiempo que celebramos la diversidad. El conflicto interno puede hacernos retroceder con temor. El diálogo interno puede gritar distracciones tales como, “¿Por qué yo? ¿Qué diferencia puedo hacer? Yo soy sólo uno de los 7.8 billones de personas en mundo, ¿cómo podría sanar al mundo? ¿Quién soy yo para afirmar que puedo tener algún efecto?
MENSAJES INNEGABLES DEL CORAZON
La resistencia puede ser fuerte y sin embargo los mensajes del corazón son innegables. Dentro de cada uno de nosotros hay una provisión directa de sabiduría más allá de nuestro concepto más fantástico y magnífico de imaginación humana. Todos hemos tenido numerosas experiencias, ocasiones en las que de alguna manera sabíamos cosas que nunca habíamos aprendido, una sensación de saber que no dependía de nuestra experiencia. A veces esto nos llega en la quietud y otras en medio del caos o la crisis. No importa como lleguemos a contactar estos recursos. El descubrimiento de que están disponibles nos transforma.
De repente, nos damos cuenta de que si estuvimos enterados en esas ocasiones, también debe haber grandes depósitos de sabiduría ilimitada a nuestro alcance.
La infinita generosidad de Dios no se limita a los regalos físicos. Todo lo que Dios es – la inteligencia divina, sabiduría, amor, paz, poder – se despliega ante nosotros. Todo esto es para que lo usemos en formas de vida afirmativa, pero se requiere que lo tomemos.
La inteligencia infinita está latente dentro de nosotros, esperando que la tomemos y la usemos. El conocimiento infinito se convierte en nuestra sabiduría sólo al grado en que absorbemos Su inteligencia. Su naturaleza es dar, sin forzar nada. Depende de nosotros ser receptivos, abrazarla, absorberla y usar los dones del Espíritu.
La Generosidad Ilimitada de Dios
Inteligencia, sabiduría, amor, paz y poder, son todos
nuestros para usarlos en formas de vida afirmativa.
Abraza, absorbe y usa los dones del Espíritu.
Para poner todo esto en práctica, debemos pasar de ser sólo salidas a ser salidas conscientes del Espíritu. Recitar de memoria frases rutinarias no repara la separación ni sana la división del mundo. No es suficiente que digamos que Dios es todo lo que existe. Aún con toda la verdad de esta afirmación, las palabras solas no cambian al mundo. Si deseamos dar a conocer a la humanidad la disponibilidad de este Poder Superior, debemos cambiar nuestras conductas a fin de que se vuelvan demostraciones de nuestras creencias esenciales.
Al grado en que comprendamos que “Dios es la única Vida que existe,” llegamos a comprender que toda la creación — cada partícula y cada forma — es una salida del Espíritu.
Debemos escuchar, confiar y actuar en lo que nuestros corazones ya saben: El nuestro es un “prejuicio de apoyo” que trata de expresarse como unidad. Es una llamada que lo abarca todo para eliminar la adicción humana al contraste y para ser valientemente el apoyo para el reconocimiento de la comunidad divina. La sanación ocurre cuando usamos la sabiduría, la inteligencia y la energía ilimitada del Espíritu, todo lo cual está siempre accesible para llevar a cabo este despertar.
Comprométete ahora a aplicar conscientemente este enfoque de vida afirmativa en cada área de tu vida.
Volando Más Alto con el Espíritu
Para ayudar a la humanidad a entender la disponibilidad
del Poder Superior, debemos cambiar nuestras conductas
a fin de que nuestras vidas se conviertan en demostraciones
de nuestras creencias esenciales.
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Traducción: Rev. Martha Topel
CSL – Redondo Beach, CA.
