Divorcio Consciente – el arte de separarse en paz, con dignidad, por Anthony J. Diaz
La unidad del Espíritu se mantiene por medio de vínculos de paz. Lo que no sea paz sugiere confusión y separación. El Espíritu es una unidad perfecta y nos armonizamos con esta unidad cuando mantenemos un estado de paz en nuestras mentes.
— ERNEST HOLMES
Considere esto: Hay un 50 por ciento de probabilidades de que usted o alguien a quien conoce haya pasado por el doloroso proceso del fin de un matrimonio. El casamiento es un tiempo de alegría y la fusión de esperanzas del futuro, sueños y expectaciones. El divorcio es la pérdida de todos esos sueños y posibilidades de crear la vida de gozo y satisfacción que se había buscado con una persona en lo particular.
¿Recuerda el voto tradicional, “Desde este día en adelante, hasta que la muerte nos separe”? Esta frase no se usa tan frecuentemente en estos días, pero la intención era que el matrimonio durara hasta que uno de los cónyuges muriera. Irónicamente, el divorcio es la muerte de una relación, quizá, el rompimiento de ese voto y todo lo que significaba — el sueño de una vida feliz juntos, envejeciendo juntos a través de tiempos buenos y malos. El voto no cumplido trae consigo el reconocimiento de que tal vida no se logrará en esta relación.
Cualquiera que haya sufrido el dolor del divorcio podría estar de acuerdo en que el cuerpo físico experimenta esta pena y literalmente siente la pérdida. Cuando termina la relación, podemos sentir una gama de emociones que va de la tristeza y la ira hasta la censura, la vergüenza y la culpa.
Hay una opción, sin embargo, en cuanto a como moverse a través del proceso del divorcio. Puede ser una oportunidad de enfrentarlo desde un lugar de conciencia más elevada mientras navegamos por ese período difícil. Tener un “divorcio más consciente” puede dar por resultado mayor paz para uno mismo, lo cual probablemente tendrá impacto en la paz de todo y de todos a nuestro alrededor.
TIEMPO DE SANAR
Sanar de una pena emocional producida por la pérdida de un matrimonio es inherente en el proceso de avanzar por el divorcio conscientemente. Cómo avanzamos a partir del fin de un matrimonio va a afectar grandemente la trayectoria de estas variadas emociones.
Es aquí donde mucha gente se atora, en la encrucijada entre el divorcio con dignidad y la elección de divorciarse inconscientemente. Una se basa en responder y la otra en reaccionar. Debido a que la sanación de un divorcio y el avanzar después con frecuencia suena fácil, uno podría preguntar por qué es tan difícil de lograrse. Esta es una pregunta muy buena. Avanzar en paz después del divorcio a menudo requiere sanar emocional y espiritualmente. El grado de esa sanación es diferente para todos.
“Sanar” es una palabra compleja. En este contexto, el dolor al que me refiero es causado por una emoción o sentimiento que duele tanto que llega a dominar. Se vuelve el centro de la vida y lo aleja a uno de vivir la vida que desea. Hablo por propia experiencia acerca del dolor del divorcio y el proceso de avanzar con dignidad.
Cuando mi matrimonio previo estaba terminando, yo no estaba preparado para el violento ataque de sentimientos que me abrumaban. Era abogado en esa época y enfrenté el divorcio con una sensación de desapego. Yo me dije, “Conozco la ley. Vamos a pasar por esto lo más pronto posible.”
Pero lo que encontré fue que el proceso no fue tan fácil. Estaba lleno de ira, culpa y tristeza. Aunque conocía el proceso legal, el proceso emocional fue sumamente diferente. Quedé atrapado en mis sentimientos, y actué y reaccioné inconscientemente durante esa época.
A través del proceso de mi propia sanación, llegué a comprender el poder del divorcio consciente y avanzar con dignidad. La clave es sanar y dejar que el proceso del dolor tome su curso, y continuar con la vida más fácil y amorosamente, con una mentalidad consciente y presente de conocer nuestro Bien Supremo.
Basado en mi propia transición del dolor a la paz, cuando trabajo con alguien que está pasando por el proceso del divorcio ahora, lo animo a tomar estos tres pasos que son sumamente importantes: nutrición, reconocimiento y voluntad.
NUTRIRSE A SI MISMO
El primer paso es nutrirse a sí mismo en formas diferentes por medio de lo que yo llamo cuidado emocional. Pregúntese, “¿Qué estoy haciendo para cuidar de mi mismo y manejar mis emociones durate este período? ¿Cómo estoy nutriendo espiritualmente mi mente, cuerpo y espíritu?”
Puede ser que ya tenga prácticas para ayudar a nutrirse a sí mismo. De ser así, puede ser necesario que las mejore. Si no, considere empezar con estas:
1. Medite: Tome tiempo para pasarlo en contemplación tranquila.
2. Mantenga un diario: Reconozca, escriba y respete sus pensamientos y sentimientos como expresión de quien es como persona única.
3. Haga ejercicio: Acuérdese de hacer ejercicio y de alimentar y sustentar su cuerpo con todo cuidado.
Estas prácticas le permiten adentrarse en sí mismo y de alinearse con una verdad más grande — esa voz que está conectada con la Presencia Infinita, la Mente Unica, Dios, Poder Superior o cualquier nombre que usted prefiera darle. Esta invitación puede ser una fuente de dirección mientras navega por las aguas inexploradas de su divorcio. Ser capaz de aprovechar la sabiduría divina interna puede guiarlo a tomar decisiones conscientes que sean correctas para usted.
Una parte crucial del proceso es recordar que nunca está solo. Crear un ambiente de apoyo a su alrededor construye la base del paso consciente a través de su divorcio y lo sostendrá, especialmente durante los tiempos más desafiantes.
RECONOCIMIENTO
El segundo paso en la sanación de la pena de su divorcio es el reconocimiento. Debe haber un entendimiento de su participación — no sólo durante el matrimonio sino también en el divorcio — y hacerse responsable. Como Ernest Holmes escribió, “Su única responsabilidad es descubrir la Verdad.”
Esto no significa juicio o culpa sino una forma de que entienda lo que realmente sucedió. Muchas veces durante un divorcio, hay una tendencia a querer tener la razón, o por lo menos a probar que el otro está equivocado. No obstante, aceptando la responsabilidad, tiene usted la oportunidad de avanzar hacia un conocimiento más profundo de quien es usted realmente. Cuando puede reconocer su participación en la relación, puede mirarse a sí mismo con amor y valor, y luego continuar y volver a intentarlo.
VOLUNTAD DE AVANZAR
El tercer paso, y probablemente el más importante, es tener voluntad. ¿Tiene usted la voluntad de tomar los pasos necesarios para dejar ir lo que ya no le sirve?
Dejar ir se parece mucho a limpiar la acumulación en su garage o en su clóset. Aferrarse a los pensamientos y creencias que ya no nos sirven toma espacio en nuestra mente y en nuestra vida. Hacer espacio para los pensamientos y creencias que se alinean con lo que verdaderamente somos, y que nos apoyan ahora requiere dejar ir. Al dejar ir a la gente, lugares y cosas que no nos apoyan, creamos un vacío que atrae hacia nosotros gente nueva, relaciones nuevas y, esencialmente, una vida nueva.
Como Yehuda Berg escribió, “La responsabilidad personal no es sólo reconocer nuestros errores. La responsabilidad personal radica en nuestra voluntad y habilidad de corregir estos errores individual y colectivamente.” Nuestra voluntad de elegir la vida para la cual fuimos creados empieza por permitir que aquello que ya no nos sirve desaparezca, y luego dar nacimiento y co-crear aquello que es nuestra realidad.
CONSCIENTE ES LA PALABRA OPERATIVA
Las prácticas que usted formule que nutran y cuiden de su mente, cuerpo y espíritu también apoyan su bienestar general y le permiten empezar el proceso de avanzar conscientemente, con dignidad después de su divorcio. Al tomar responsabilidad de sus decisiones y de lo que elija, al igual que el papel que jugó en su matrimonio, puede volverse agradecido por aquellas experiencias y por las lecciones que aprendió de ellas.
Esta revelación le permitirá perdonarse a sí mismo — y a la otra persona también. Al “decidir tener la voluntad” de ver lo que le está impidiendo vivir la vida que desea, automáticamente se convierte en la causa de un nuevo efecto. Produce un futuro completamente nuevo basado en la creencia de que merece y es digno de una vida llena de alegría — una vida digna de ser vivida.